La gestión genética en sistemas de producción animal comprende una serie de actividades orientadas a mejorar la eficiencia productiva y las utilidades en sistemas de producción animal, a través de la obtención de animales más eficientes en el aprovechamiento de los recursos disponibles.
Un animal eficiente es aquel que es capaz de transformar de mejor manera el alimento que ingiere en energía y esta, a su vez, en materias primas como carne, lana, leche u otros elementos de valor económico. También se considera más eficiente a aquellos animales más rústicos, mejor adaptados a ciertos ambientes o sistemas de producción, más tolerantes a ciertas enfermedades, más dóciles, reproductivamente más eficientes, etc. Esto, debido a que el incremento en los márgenes de utilidades deriva de la disminución en los gastos asociados a tratamientos veterinarios, suplementos alimenticios, etc.
Un cierto nivel de consanguinidad al interior de los rebaños es aceptable ya que permite homogenizar el tipo de animal con el cual se desea trabajar y consecuentemente homogenizar la calidad de las materias primas producidas (carne, leche, lana, etc.). Sin embargo, pasado cierto umbral estimado en 6,25% de consanguinidad (Florio 2006), comienzan a surgir fenómenos como nacimientos de animales con patologías mendelianas de carácter recesivo o depresión endogámica.
Principales actividades vinculadas a la gestión genética de animales en sistemas de producción ganadera y acuícola se encuentran: