El ADN ambiental es el material genético que los organismos arrojan al medio ambiente y puede encontrarse en muestras de aire, sedimentos, suelo y agua. Basados en esto, el muestreo de grandes volúmenes de agua de arroyos para obtener ADN ambiental (eDNA, por sus siglas en inglés) puede servir para medir la diversidad de mamíferos terrestres en un ecosistema de manera tan efectiva como los tradicionales métodos de monitoreo por medio de cámaras trampa.
Se trata de un método de identificación de especies que utiliza una pequeña sección de ADN de un gen o genes específicos. La premisa del ADN barcode es que, en comparación con una biblioteca de referencia de tales secciones de ADN (también llamadas ” secuencias “), se puede usar una secuencia individual para identificar de manera única un organismo a la especie, de la misma manera que un escáner de supermercado usa el código de barras UPC para identificar un artículo en su stock contra su base de datos de referencia.
El metabarcode se define como el código de barras de o eDNA (ADN ambiental) que permite la identificación simultánea de muchos taxones dentro de la misma muestra (ambiental), aunque a menudo dentro del mismo grupo de organismos. La principal diferencia entre los enfoques es que el Metabarcode, en contraste con el barcode, no se enfoca en un organismo específico, sino que tiene como objetivo determinar la composición de especies dentro de una muestra.
Entre las aplicaciones del eDNA se cuentan: